Cerámica talaverana de la Sierra de San Vicente

ceramica de talavera
Sin categoría

Con motivo del 2º Aniversario de la Declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO de las técnicas y procesos de la cerámica de Talavera y Puente del Arzobispo, realizamos este pequeño recorrido por los pequeños y hermosos ejemplos de dicho arte en la comarca.

La cerámica de Talavera de la Reina lo impregna todo dentro del ámbito territorial que se conoce como las Antiguas Tierras de Talavera y más allá. La comarca de la Sierra de San Vicente no lo es menos y en ella podemos encontrar magníficos ejemplos de dicha cerámica, los cuales recorren siglos de historia, tradición y técnica de este maravilloso proceso declarado recientemente Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Es nuestro deseo realizar un pequeño recorrido mostrando algunos de dichos ejemplos, hay más, pero excedería mostrar todos en este humilde artículo. Para comenzar podríamos hacer una pequeña parada, tomando la carretera CM-5100 que discurre desde Talavera de la Reina (salida 115 de la A5) hacia la cercana localidad de Cervera de la Montes. Allí encontramos la ermita del Rosario, donde se presenta en su interior este zócalo o frontal del siglo XVI donde se representa a dicha virgen junto a las figuras de San Juan Bautista y San Sebastián a cada lado, rodeados todos por los roleos típicos de la época.

Panel de la Virgen del Rosario en Cervera de la Montes

Si continuamos desde Cervera de la Montes hasta la cercana de localidad de Marrupe por la misma carretera, nos encontramos con la conocida iglesia de San Bartolomé de dicha localidad. Siguiendo a los grandes especialistas Diodoro Vaca y Juan Ruiz de Luna (1), en su interior se encontraba un retablo de San Juan Bautista que actualmente se ubica en el museo Ruiz de Luna de la ciudad de Talavera, del mismo que modo que ocurre con un San Sebastián del pequeño municipio serrano de Sartajada.

La siguiente parada nos lleva a Navamorcuende, preciosa localidad donde en su Plaza Mayor podemos observar la iglesia más monumental de toda la comarca, Nª Sª de la Nava, realizada por el maestro cantero Pedro de Tolosa y declara Bien de Interés Cultural en 1993. Pero, si nos colocamos mirando hacia su portada desde el centro de dicha plaza, y giramos la cabeza hacia la izquierda, nos encontramos con la facha de una casa de comienzos del siglo XX donde estuvo ubicada la antigua farmacia de la localidad, propiedad de D. Amalio Cano. Su letrero, realizado en cerámica de Talavera, está firmado por Fernando Broncano, uno de los pintores de cerámica talaverana de la época del renacimiento de la cerámica tradicional de comienzos del siglo pasado, junto a Machuca o Ginestal, y bastante reconocido, el cual aprendió en su juventud en el taller de Juan Ruiz de Luna y que después estuvo bajo la batuta de J. Montemayor.

Desde Navamorcuende atravesamos el conocido paraje de El Piélago, su melojar, arroyos y castaños, y nos desplazamos a la otra vertiente de la comarca en su lado más oriental, concretamente a la localidad de Pelahustán, donde nos encontramos con otro antiguo ejemplo de cerámica de Talavera del siglo XVII en una ermita local, la del Rosario.

Zócalos de la ermita del Rosario de Pelahustán

Desde allí, podemos retroceder por la carretera CM-5001 hasta la localidad serrana de El Real de San Vicente. En dicho lugar podríamos introducirnos en la iglesia parroquial de Santa Catalina, declara monumento en el año 1991 y en la capilla dedicada a la patrona del pueblo, la virgen de Los Dolores. En ella nos encontramos con un precioso zócalo realizado por otro linaje de ceramistas talaveranos de renombre, los Niveiro, acompañado de preciosas tallas barrocas del escultor Luis Salvador Carmona.

Y por último, y antes de volver a la ciudad de Talavera de la Reina, es parada obligatoria detenerse en la localidad de Castillo de Bayuela para contemplar el gran retablo realizado por J. Ruiz de Luna en la iglesia de San Andrés de este municipio serrano. Es, en cuanto a cerámica talavera se refiere, el ejemplo más paradigmático de los que existen en la Sierra de San Vicente, lo que le ha valido el sobrenombre de la «Capilla Sixtina» de la cerámica. Destaca por su gran altura y la multitud de figuras y personajes que podemos encontrar en él entre santos, apóstoles, ángeles…

(1) Diodoro Vaca y Juan Ruiz de Luna, Historia de la Cerámica y algunos datos sobre la de Puente del Arzobispo, 1943, p.13

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *